Tonos Lunares

Los tonos mayas están asociados al giro de la Luna entorno a nuestro planeta Tierra. La luna realiza 13 ciclos que duran en promedio 28 días cada uno, en los cuales atraviesa 4 fases, donde emite diferentes energías.

Para entrar en tema les contaré brevemente la historia de los Mayas y la Luna...

Ellos observaron que nuestro planeta, además de recibir la energía masculina solar, recibía la energía femenina lunar.

Se dieron cuenta que las diferentes fases de la Luna influenciaban el movimiento del agua en las plantas, por lo cual la consideraron como una Divinidad llamada Ixchel. Era la Diosa de la fertilidad y receptividad, lo cual fue evidenciado en los tiempos de siembra y cosecha.

A su vez, percibieron que dichas energías también influían en los seres humanos ya que la mayor parte de nuestra composición biológica es agua.

Gracias a sus observaciones descubrieron que la Luna es receptiva a la energía solar y que la luz recibida del Sol determina perpetuamente ciclos lunares que constan de 28 días, pasando por las siguientes fases:

Luna llena

Luna menguante

Luna nueva

Luna creciente

Conforme a estas observaciones los Maya crearon su Calendario Anual de 13 lunas y en el camino maya se estableció que este ciclo estaría relacionado con la frecuencia llamada Onda Encantada.

Retomando el tema de los Tonos...

Estos están vinculados como mencioné anteriormente con la energía femenina, con la energía lunar, y están asociados a las 13 articulaciones principales que tenemos en nuestro cuerpo como muestra la imagen a continuación:

Cada uno de los tonos está representado por un número maya que determina la vibración energética en cada caso. Los Mayas representaban los números con puntos y barras, el punto referencia al número uno y la barra referencia al número cinco, así la combinación de ambos generan los números restantes.

A continuación te presento los tonos:

• Tono Magnético (Número 1): Corresponde al primer ciclo lunar, inicia reconociendo el propósito del ser para expresar las cualidades que atraen su vibración.
• Tono Lunar (Número 2): Corresponde al segundo ciclo lunar, contempla la polaridad o posible desafío que puede presentarse para elegir el camino correspondiente al propósito.
• Tono Eléctrico (Número 3): Corresponde al tercer ciclo lunar, reconoce los talentos o cualidades para servir a las vibraciones acorde al propósito.
• Tono Auto-Existente (Número 4): Corresponde al cuarto ciclo lunar, percibe la energía que corresponde para poder dar la forma correspondiente al propósito.
• Tono Entonado (Número 5): Corresponde al quinto ciclo lunar, conecta con su poder interior para así poder emitir la energía necesaria y comenzar a accionar en pos del propósito.
• Tono Rítmico (Número 6): Corresponde al sexto ciclo lunar, establece que debe equilibrarse para generar el ritmo adecuado para la realización del propósito.
• Tono Resonante (Número 7): Corresponde al séptimo ciclo lunar, momento para resonar con la Divinidad y recibir los mensajes que le permitan continuar el camino.
• Tono Galáctico (Número 8): Correspondiente al octavo ciclo lunar, establece coherencia interior, que le permite la integración de lo que siente, piensa, dice y hace para alcanzar la autenticidad.
• Tono Solar (Número 9): Correspondiente al noveno ciclo lunar, observa lo realizado hasta el momento y si está alineado al corazón, para percibir adecuadamente como debe continuar el camino para dejar un legado a futuro.
• Tono Planetario (Número 10): Corresponde al décimo ciclo lunar, descubre como puede mejorar lo que está realizando para trascender.
• Tono Espectral (Número 11): Correspondiente al undécimo ciclo lunar, momento de discernimiento y liberación de patrones repetitivos para adquirir la vibración energética adecuada.
• Tono Cristal (Número 12): Correspondiente al decimosegundo ciclo lunar, el ser se vuelve receptivo cooperando, puede emitir las frecuencias necesarias para llevar energía a otros seres y la expresión de la Divinidad.
• Tono Cósmico (Número 13): Corresponde al decimotercero ciclo lunar,  el ser se ha conectado con su esencia y lo creado perdurará en su corazón, ha llegado a la trascendencia.