Sellos Solares

Son 20 los sellos Mayas y están relacionados con la energía del Sol, la vibración de la Divinidad Masculina.

Los sellos nos permiten recibir y contemplar la energía del sol cada día. El conteo inicia con la rotación o respiración del sol cada 20 días.

Es importante aclarar que no describen características particulares de una persona ni determinan una futura personalidad. Hago esta aclaración porque algunas veces lo confunden con los signos zodiacales. Esto se debe a que al leer la información que cada uno de ellos nos porporciona algunas personas lo asocian a rasgos psicológicos, tendencias personales, estructuras mentales y emocionales.

Cada uno de los sellos destaca distintas cualidades energéticas, que sirven para la misión personal que debe llevarse a cabo en la vida y dan pautas libres para desarrollar la propia personalidad. Ofrecen distintos aspectos del Todo, el Universo, que cada uno de nosotros podemos hacer más visibles para nosotros mismos y para los demás, según vivamos en Luz o en Sombra la misión asignada.

Lo verdaderamente importante es el sentido, es para qué de estas energías que poseemos, qué trabajo personal debemos realizar, qué es lo que debemos aportar a la humanidad y a la evolución de nuestro planeta.

Cuando lean la información de cada sello en los siguientes post que iré subiendo notarán que por sí solos los sellos tienen poco sentido. En cambio, cuando están combinados con los tonos cobran un sentido real y total, ya que se tornan en un modo ideal de acceder a las energías universales.
La combinación de los sellos con los tonos nos porporcinan la energía de los kines (días), los cuales podemos encontrar en el Tzolkin. Cada uno de nosotros vibramos en una energía específica, kin personal, acorde al día de nuestro nacimiento. De esto comentaré detalladamente en otro apartado.

El orden de los sellos es el que figura a continuación:

En la imagen anterior se puede observar que los sellos están codificados por el color (columnas) de una de las llamadas Razas Raíz: Roja, Blanca, Azul o Amarilla. Dicho orden señala un proceso energético de inicio, purificación, transformación y madurez.

Además, estas energías son codificables en números. Reciben números que van del 1 al 20, es decir, del iniciador Dragón Rojo al madurador Sol Amarillo. También existe otra secuencia, apreciada por los Mayas, que va del 0 al 19, del Sol Amarillo a la Tormenta Azul; esta secuencia denota la importancia del Sol como principio y fin de todo.